Seguro que la justicia se ciega por la duda de la paz.

Se levantó de repente, sudando, una pesadilla...
Daniela estaba corriendo a través de aquella fábrica inóspita por pura diversión, era de su padre y él no sabía que Dani estaba alli.
Paró su carrera cuando vió en el suelo algo que brillaba, se agachó y lo cogió.
En seguida Dani reconoció el objeto, era un pequeño amuleto que su padre llevaba siempre encima, pero ¿porque estaba alli? El amuleto de plata y de forma circular comenzó a levitar, Dani se sobresaltó, dió un paso para atrás. El amuleto se movía en circulos y luego se precipitó contra la pared adhiriendose a ella justo en una ranura con la forma de la pequeña pieza. Un gran estruendo acompañado de luz abrió una puerta.
Dani caminó y entró en lo que parecía una sala de estar. En la pared, dos pantallas. En una de ellas había una imagen de una niña asustada, inetentaba esconderse destrás de una paloma blanca. En la otra pantalla, otra niña con expresión segura situada junto a una balanza.

La primera niña le habló tímidamente:
-Decide...
-¿Que es lo que tengo que decidir dulce hada de excesiva bondad?
-¿Que...has dicho...como me has llamado?
-Que que es lo que tengo que decidir, nada más.
-Has descubierto mi defecto...demasiada bondad...
-Que hace que se esconda, no se quiere a sí misma-dijo la otra muchacha.
-¿No entiendo nada noble justicia?-Dijo Dani
-Efectivamente, justicia, seguridad es lo que yo represento.
-¿Que?Pero si yo...
-Tú ya puedes pasar a mi mundo, al mio, al de mi otra parte que es ella- la segunda muchacha señaló a la otra que se escondía detrás de la paloma- tú eres nosotras, tú eres quien nos completa, creamos a una persona, ella, yo y tú. Así se ha escrito.
-¿Que?¿Porque yo?¿Y tú como lo sabes? Podrías estar equivocándote de persona.
-No, es que no lo ves..-la muchacha hizo un gesto con su mano y delante de Daniela apareció un espejo. Se vio reflejada y se dio cuenta de que ella era igual que las muchachas,pero había algo que la diferenciaba, Daniela tenía una especia de marca en la cara en forma de interrogación. No entendía nada.
-Daniela, tú eres esencial, eres la duda, la duda que siempre nos acompaña...

Solo un sueño, solo sueño, sueño,soñé.